El cerumen de los oídos es una sustancia necesaria ya que protege de infecciones, agua y suciedad el tímpano y otras partes sensibles. Algunas veces, esta secreción de cera se puede dar en exceso, provocando tapones que además de ser una molestia, reducen nuestra capacidad auditiva. En la mayoría de casos esto puede evitarse con higiene diaria, pero ¿sabemos cómo limpiar los oídos correctamente?
Normalmente, siempre se han empleado los bastoncillos, pero lo cierto es que están cada vez más en desuso, sobre todo porque se duda muchas veces de su eficacia.
Otro de los factores que ha motivado el cambio de nuestro hábito acerca de cómo limpiar los oídos es el compromiso medioambiental. Los bastoncillos están compuestos de plásticos, y son difíciles de desechar, por lo que muchas empresas están desarrollando opciones o productos que contaminen menos o sean reutilizables.
A raíz de diferentes tendencias, han surgido otras maneras sobre cómo limpiar oídos sin tener que recurrir a los bastoncillos de plástico tradicionales:
Gotas especiales: existen soluciones indicadas para ablandar el cerumen que se aplican en poca cantidad. La mayoría llevan bicarbonato de sodio o cloruro de sodio, y aunque son efectivas en la mayoría de casos, pueden provocar irritaciones en pieles sensibles.
Irrigación: en el caso de cómo limpiar los oídos cuando existen problemas recurrentes o el cerumen se acumula en exceso, los médicos siempre recomiendan irrigar los oídos. Consiste en emplear una jeringa para lanzar agua a presión al oído y desprender los trozos de cera que quedan adheridos a las paredes del oído. Hay que tener cuidado con este método para no dañar el tímpano.
Microsucción: se realiza en clínicas especializadas, y consiste en introducir un pequeño aparato que aspira el cerumen. Es una de las técnicas más efectivas en caso de acumulación recurrente de cera.
Con actividades cotidianas: nuestros oídos tienen un sistema de limpieza natural, básicamente a través de los movimientos de la mandíbula. Para propiciar este proceso y emplear el método de cómo limpiar los oídos más sencillo basta con comer chicle.
Agua oxigenada o soluciones salinas: aplicadas como gotas pueden ayudar a la disolución de tapones o restos de cera, siempre que se aplique en cantidades mínimas.
Paño suave: como rutina de limpieza puede bastar con limpiar el interior del oído con una tela limpia y un poco de agua con jabón.
¿Cuál crees que es la mejor manera de limpiar los oídos?
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